“ La creatividad es la inteligencia divirtiéndose”
Albert Einstein
En este articulo, te traigo una clase magistral de cómo llevar a cabo un proyecto fotográfico desde la concepción de la idea, pasando por el laboratorio o cuarto oscuro hasta la pared de una exposición fotográfica.
Ariel Till –> Para quienes estén planeando realizar un proyecto fotográfico, les comparto un poco cómo es que yo lo encaro, qué pasos llevo adelante, todas las etapas que se atraviesan, desde la gestación de la idea hasta su finalización.
En este artículo
De la idea a la Toma
En mi caso, una fotografía nace mucho antes del momento de la toma. Cada obra que realizo está enmarcada en un proyecto, y el proyecto nace de una idea, de un mensaje o de alguna sensación que pretendo transmitir.
Esa idea generalmente nace inmadura, y lleva un tiempo darle forma. Es el momento de pensar diferentes alternativas para llevarla adelante, buscar proyectos similares de otros fotógrafos, tomar notas, hacer bocetos. En definitiva, tratar de tener más o menos en claro cómo nos gustaría que se viera el proyecto terminado.


Ya con la idea mejor definida, es tiempo de repasar si tengo todo lo necesario para llevarla a cabo. Puede que necesite algo de equipamiento adicional o no, pero lo que últimamente me sucede es que, a pesar de los más de 35 años que llevo haciendo fotografía analógica, cada proyecto requiere de algún conocimiento o técnica que necesite aprender, o al menos practicar un poco. Que trabajar con flashes en estudio, que hacer macrofotografía, que lidiar con el Fallo de la Ley de Reciprocidad, etc. Y eso es muy motivante, ya que cada trabajo que inicio se me presenta como un nuevo desafío.
Entonces me pongo a investigar, ver tutoriales y artículos en Internet, consultar a colegas y, sobre todo, experimentar. Suelo utilizar varias sesiones de toma sólo para probar diferentes alternativas, técnicas, materiales, equipo, etc. Muchas veces suele ser útil utilizar una cámara digital, aunque más no sea la del teléfono móvil, para realizar algunas pruebas. Otras, no queda más remedio que desperdiciar algunos rollos de película para ver los resultados. Bueno, no sería exactamente “desperdiciar”, ya que sirven para acumular experiencia…
De la Toma al Papel
Ahora sí comienza la etapa de tomar la cámara y sacar fotos, revelar, encender la luz roja y positivar. Bueno, no suele ser tan sencillo. El ciclo más probable sería el siguiente:
- Realizar una sesión de tomas
- Revelar la película
- Realizar una hoja de contactos y/o escanear los negativos con una cámara digital
- Analizar los resultados
- Determinar cómo mejorar las tomas y/o corregir los errores encontrados
- Volver al paso 1-…



Cuando ya considero que no voy a poder obtener mejores resultados se abren dos caminos. Por un lado, elijo otro subconjunto de las fotos que van a componer el proyecto e inicio nuevamente el ciclo de realizar los mismos pasos descriptos más arriba.
Por otra parte, ya con la hoja de contactos en mano (sí, tener los negativos escaneados ayuda, pero en mi caso, no llegan a reemplazar una buena hoja de contactos), selecciono las tomas a positivar.
Entonces llega el turno de encerrarse en el laboratorio, negativo en la ampliadora, y realizar tiras de prueba. Al tratarse de copias medianamente grandes (suelo trabajar en 30x40cm), y para no desperdiciar demasiado papel, aparte de las tiras de prueba, que sirven para seleccionar el tiempo de exposición correcto en cada zona de la imagen, realizo también una serie de exposiciones de prueba, poniendo pequeños trozos de papel en sectores clave de la imagen, y hago un simulacro de lo que sería la exposición final, realizando los tapados, reservas, cambios de filtro de contraste, etc. De esta forma puedo imaginar la apariencia de la copia final, y ajustar tiempos, contraste etc.


Con todos los detalles más o menos bajo control, realizo una primera copia. Puede que haya quedado perfecta, o puede también que todavía aparezca algún detalle a mejorar. De todos modos, hago una segunda copia. Y, si fuera necesario más también, pero nunca menos de dos, aunque sean exactamente iguales. Es que una de ellas la uso para escanearla y obtener un archivo digital lo más parecido posible al original en papel, y la otra quiero manipularla lo menos posible, ya que es la que luego sería expuesta.

Pero la fotografía aún no está terminada, falta la etapa de retoque. Algunas pueden requerir algún pequeño borrado o reducción con ferrocianuro de potasio. La mayoría pasan por el pincel triple cero con pelo de marta y tinta de retoque para disimular cualquier mota de polvo que pudo haber quedado.

Del Papel a …
Ya con todas las fotografías terminadas, ¿qué hacer con el proyecto? Porque el tema no debiera terminar acá. Todo el esfuerzo invertido en realizar las obras fue para luego poder mostrarlas, que le llegue al público. Y la forma tradicional de hacerlo es a través de una exposición. Entonces a buscar lugar, que puede ser la galería de exposiciones del foto club, alguna galería de arte, centro cultural, incluso las paredes de restaurantes, teatros etc. sirven hoy como sala de exposiciones.
Pero las fotos no se cuelgan así nomás, por lo que todavía queda un poquito más. Montarlas en paspartú, calando prolijamente una ventana en el cartón así adherir la fotografía por detrás, y enmarcarlas.



Ahora sí a exponerlas, vernissage, cuaderno para que los visitantes expresen sus comentarios, todo muy bonito.
¿Y luego qué? Porque más de uno me comentó que las muestras son efímeras. Finalizan, las obras se descuelgan, vuelven a casa y se guardan en el fondo de un armario. Y más allá de quedar virtualmente colgadas en algún sitio de una página web, pasan formar parte del pasado.
Entonces surge otra posibilidad, darles nueva vida a través de materializarlas en otro medio. Uno que el que quiera pueda llevarse a su casa y tener consigo para siempre una versión de la obra. Multiplicada y accesible. Un libro, el siguiente desafío…
¡Si quieres seguir el trabajo que Ariel que está realizando en fotografía analógica, sus fotos, experimentos y descubrimientos, síguele en sus redes!
¡Ahora quiero leerte a ti! Comenta si tienes algún proyecto analógico entre manos o si con este artículo ya te has decidido a empezar uno.
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Fundadora de MundoKela
Un placer compartir mi experiencia. Y acá estoy, para lo que pueda seguir aportando.
Un saludo!
Muchísimas gracias por esta tan buena aportación de la que te digo desde ya, que voy a aplicar!